La Cabra Rosa, por AnA
AnA
La Cabra acaba de ir a su estilista y ha pedido que le haga algo tan artístico que sea digno de un Look Cabra 2015. Se ha teñido el pelo y ¡hasta los cuernos! de color rosa-madera…
Tomar consciencia de las referencias celestes hasta incorporarlas a la vida cotidiana, no es algo que suceda de un día para el otro. Los ritmos cotidianos, los vínculos conocidos, la retahíla repetida de acontecimientos, las llamadas «rutinas», nos alejan de abrirnos a jugar con las energías, imágenes y evocaciones que vienen permanentemente en nuestro auxilio. En lo personal, el garabato, la poesía, el tambor, el canto, el dibujo, el teatro, los cuentos, me han permitido permeabilizarme a la tan profusa y generosa donación de recursos que nos hace la Matriz de la Vida. Pero nunca como en este año me he sentido tan abierta, receptiva y cómplice de lo invisible. Los cuernos de la Cabra me sientan muy bien.
Es bueno re-cordar que El Caballo se hizo muy evidente en el 2014 y nos acompañó con su cautivante pulsión de tambores en todo el planeta. El tambor representa a nivel simbólico el caballo de la chamana o del chamán, que le permite entrar en trance y realizar el viaje a diversos mundos para conectarse con su animal protector o con su guía. Entrar en los laberintos del inconsciente, limpiar toxicidad, y recolectar las frutas de la sabiduría. Y es que el tambor nos sintoniza con la inteligencia CORDIAL, con La Emperatriz o El Emperador, el Corazón y, por tanto, armoniza y alinea pensamiento, sentimiento y acción, devolviendo a cada célula del cuerpo su función y su sentido dentro del concierto del Micro Cosmos, y en consecuencia, también del Macro Cosmos.
Nunca antes habíamos vivido tantas manifestaciones públicas ni tan masivas, con tambores, en las que las mujeres se hacen visibles de forma activa y con un alto grado de identidad. Ellas tienen otro estilo de tocar el tambor.
En el año del Caballo se expandió con fuerza el anhelo de fabricar el propio tambor chamánico, y se ven múltiples grupos de personas que encuentran gozo, salud, serenidad y desarrollo espiritual, por este medio. Nunca han tenido tanta fuerza los Círculos de Tambores, tanto para empresas como a nivel social.
En lo personal, fue El Caballo quien me dio el coraje de traer conmigo a una treintena de personas en el viaje de meternos de corazón y con corazón en el rescate de esta tradición previa a la instauración del patriarcado.
El año de la Cabra nos reclama arte, belleza, locura y dejar atrás el vértigo. Quizás por ello La Cabra se me presentó con tanto atrevimiento en el dibujo. Sale con naturalidad y me dice que diga en su nombre, La Cabra, lo que quizás no expresaría como AnA, por obvio, por petulante o por comodidad. Pero lo mejor de todo es que tiene un dejo de humor único, directo, y muy divertido, al menos para mí. Entonces, ¿qué mejor que una Cabra para afrontar un mundo que está patas arriba! Aquí os dejamos este cabri-regalo -ahora completo- para que os inspire en el fin de semana.
Sigamos viendo caer pedruscos atraídos por la gravedad, mientras nos vamos a las alturas en busca de algún pastito tierno y, sobre todo, de los mejores paisajes y, por supuesto, los mejores aires.
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